Pacha y sus hijos en un tiempo muy remoto

Informante/procedencia: Ángeles Macias, Ecuador

Introducción/información previa: Leyenda ecuatoriana


En el Ecuador vivió un semidios llamado Pacha. Era conocido por ser un valiente guerrero, muy temido y respetado por los pobladores y vecinos.
Un día mientras paseaba en compañía de sus tres hijos le salió al encuentro una enorme serpiente con la intención de alcanzarlos. Pacha y sus hijos entablaron una feroz contienda para matar a la serpiente.  Mas sus esfuerzos fueron vanos, lo único que consiguieron fue que el reptil comenzara a vomitar agua.
Muy pronto la tierra comenzó a anegarse y Pacha con sus hijos presintieron que algo malo ocurriría. Fueron rápidamente a buscar a sus mujeres para refugiarse en las altas montañas. Así, corriendo, llegaron hasta la cumbre del Pichicha, que era el único lugar que no fue cubierto por el agua.
Desde aquel día Pacha no volvió a ser el mismo valiente guerrero y para si se decía:
–   Si he sido capaz de enfrentarme con tantos animales feroces ¿por qué no he podido vencer a esta serpiente?
La tristeza embargó a sus familias y, el  hambre y el frío hicieron estragos en su salud, a tal punto, que casi no se dirigían la palabra entre ellos.
Mas una tarde en que Pacha seguía cuestionando su actuación vio un cuervo y le ordenó que volase por los alrededores en busca de un vestigio de vida.
Después de un día el pájaro regresó con una rama en el pico y muy alegres emprendieron el descenso llegando hasta donde hoy se levanta la ciudad de Quito. Decidieron permanecer en ese lugar y construir sus casa.
Cuando Pacha quiso comunicarse con los demás miembros de la familia descubrió que nadie le entendía y que, además, ellos hablaban de forma diferente. Sin embargo, todos se quedaron a vivir en el lugar y allí nacieron los descendientes de los hijos de Pacha que aprendieron el mismo idioma de sus respectivos padres.
Fue así como se dio origen a las diferentes lenguas indígenas que se hablan en el Ecuador.

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